Después cuatro años y miles de kilómetros realizados por su flotilla de coches autónomos (básicamente Toyotas y Lexus adaptados), Google acaba de presentar su propia propuesta de vehículo autónomo. Con un tamaño y configuración eminentemente urbanos, el prototipo presentado por Google es un vehículo de apenas 3 metros de largo, biplaza y en cuyo interior faltan los tres elementos de control que definen un coche tradicional: volante, acelerador y freno. No es lo único que falta en el interior, ya que, según Chris Urmson, jefe del proyecto: "lo hemos diseñado para aprender, no para el lujo". Así, prácticamente las únicas concesiones al "lujo" son los cinturones de seguridad, los reposacabezas en los asientos y un pequeño espacio para que los ocupantes puedan depositar pequeños objetos. En la consola central, los mandos han sido sustituidos por sendos botones para poner en marcha y detener el vehículo y una pantalla para el navegador que muestra la ruta.
Google no ha dado muchos datos sobre la planta motriz del vehículo, aunque se sabe que se trata de un motor eléctrico que podría tener unos 160 Km de autonomía. Con una velocidad máxima limitada a 40 Km/h, el prototipo tiene una vocación claramente urbana.
Google ya se ha puesto en contacto con el preparador Roush para la construcción de 100 prototipos más (esta vez con controles manuales), que comenzará a probar por las carreteras de California a partir del verano. El objetivo es abrir un programa piloto para el público en general "en unos años". Mientras tanto, Google ha creado una página en Google+ para que los futuros pasajeros pueda expresar su opinión y dar ideas sobre un vehículo en el que su único trabajo será "relajarse, descansar y disfrutar del viaje".
Se calcula que para 2025 el número de coches autónomos en las carreteras serás de varios centenares de miles, cifra que aumentará hasta llegar casi al 100% para 2050, por lo que Google hace bien en ir cogiendo sitio en esta carrera.
A continuación, os dejamos un vídeo en el que podréis ver las reacciones de las primeras personas ajenas a Google que pudieron probar este vehículo.
